Apagó las luces y quedó totalmente a oscuras. La luz de la luna llena entraba por el ventanal, creando sombras fantasmales por toda la habitación. Se sentó en el centro de la misma, apoyando las manos en el suelo, y respirando profundamente. Abrió los ojos, se levantó y comenzó a encender las velas dispuestas en círculo por toda la estancia.
El altar, lleno de hojas secas, calabazas y fotos de sus antepasados, inspiraba respeto. El humo procedente del portainciensos bailaba entorno a las velas y se esparcía más allá de la mesa sagrada, creando un aura de misterio que se extendía por toda la habitación.
Abrió el ventanal, dejando que la brisa nocturna entrara para acompañarla durante el Esbat. Se dirigió al centro del círculo y, encarándose al ventanal, se concentró en el pequeño símbolo que había pintado en la parte superior del mismo, un triángulo verde invertido, con una línea horizontal surcándolo por la mitad. Tras unos segundos, entendió los brazos y comenzó a susurrar:
- Guardián del Norte, Elemento Tierra…
Apenas quedaban dos semanas, el velo se desvanecía y, con él, los restos del Verano.
pues ojalá se vaya rápido XD
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