Inmediatamente llamó mi atención y me puse a seguirlo. Nunca había visto algo así entre tanto caos y quizá podría ser una oportunidad que no debiera dejar pasar. Conforme me iba acercando, algo nuevo iba brotando. La penumbra, las dudas, el frío y la tormenta iban desapareciendo, dando lugar a una agradable sensación de calor, de sentimiento, de alegría y ganas de vivir.
De pronto, la vi. Era una pequeña caracola plateada la responsable del brillo y la sensación de bienestar. Era la Caracola de los Sueños… Al tocarla, un torrente de esperanzas, alegrías, nuevas ganas de seguir adelante, ilusión, luz y optimismo inundaron mi cuerpo. Entonces, tu imagen me vino a la cabeza y lo entendí: eres tú el responsable de aquello que despertó hace unos días. Sólo espero que este gran comienzo sea el primer augurio de un futuro brillante…
Y al despertar, tus palabras resonaban en mi mente: Escucha los latidos de la caracola…
(L) tu eres el que me insipra para hacer y decir las cosas que te hago y digo por que no eres una simple compañia eres mucho mas y seras algo muy grande
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