sábado, 2 de junio de 2012

Amanece


Amanece.



Es increíble esa sensación de ver cómo poco a poco el mundo comienza tímidamente a despertarse. El cielo cambia del negro al azul, pasando por el morado, mientras un silencio aplastante reina a tu alrededor, sólo interrumpido por murciélagos trasnochadores que buscan cobijo.

Y mientras tanto yo, sentado en el jardín con un té en una mano y un tocho de apuntes en la otra, disfruto de este pequeño momento de soledad,  acompañado tan sólo por mis pensamientos. Momento que, rodeado de plantas, pensamientos positivos, olor a madreselva y los primeros destellos de luz del día, sirve para recargarme las pilas y afrontar el día con una sonrisa.

Amanece, que no es poco.

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