miércoles, 3 de agosto de 2011

¡Haz algo!


Se complicaba demasiado la vida y ella no sabía cómo explicárselo para que lo entendiera. La vida puede ser mucho más facil si se le quita importancia a ciertas cosas, si uno se preocupa por lo verdaderamente esencial, por aquellas cosas que dentro de un año seguirán importándonos. Todo lo demás es pasajero, pero él no lo comprendía.

Respiró hondo y miró a su alrededor. Los niños jugaban con el agua de la fuente mientras sus abuelos conversaban en un banco a la sombra, todos ajenos a ellos dos, ajenos al micromundo de dolor de Mario, quien no podía parar de llorar.

- Mario, no puedes hundirte por esto, de verdad. Ella ha estado jugando contigo y te ha hecho muchas putadas, no dejes que te dañe aún más. Lo mejor que podías haber hecho es dejarla, después de todo lo que te ha hecho.
- No puedo evitarlo -dijo secándose las lágrimas-, en casa estoy todo el día fingiendo que todo va bien, mintiendo a mis padres para que no se preocupen por mí. Siento como si me hubieran robado algo, me falta una parte de mí... he perdido todo lo que tenía.
- Sé que es duro y, aunque ahora no lo veas posible, el tiempo lo cura todo.
- Triste consuelo.
- ¡Pues haz algo! No puedes quedarte ahí lloriqueando y esperando que las cosas se arreglen solas. Ahora me tengo que ir, me esperan en casa, pero antes de irme quería darte esto.

Le tendió un pequeño trozo de papel doblado y se despidió dándole un beso en la frente. Cuando se quedó solo, lo abrió y leyó las palabras escritas con su inconfundible caligrafía:

Si te vas a calentar, que sea al sol
si vas a engañar, que sea a tu estómago
si vas a llorar, que sea de alegría
si vas a mentir, que sea sobre la edad
si vas a robar, que sea un beso
si vas a perder, que pierdas el miedo
si existe el hambre, que sea de amor
y si es para ser feliz... que sea todo el tiempo.

Pablo Neruda


Sonrió y se levantó. Nunca sabría su secreto, pero Ana siempre conseguía levantarle el ánimo en los momentos malos y siempre estaba ahí para todo. Era una buena amiga. Comenzó a andar y susurró:

- Es hora de tomar las riendas de mi vida... hay que hacer algo.

2 comentarios:

  1. Me encanta tu blog, su contenido, la manera en la que espresas las cosas y como haces llegar las emociones al lector.
    Enhorabuena por este gran trabajo...
    Te sigo y te dejo la direccion de mi blog, sígueme si te gusta :)
    http://saulms.blogspot.com/

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  2. Me alegro que te guste el blog, Saúl. Espero que disfrutes tanto leyéndolo como yo escribiendo las entradas. Muchas gracias por comentar.

    Un abrazo!

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