domingo, 10 de julio de 2011

El rugido de la Caracola

Pero aún había más. La Caracola de los Sueños guardaba muchos secretos entre los latidos que inundaban mi cabeza. Sabía que la Caracola tenía un poder, una fuerza sobrenatural que podría ser liberada si se encontraba la forma correcta.

En aquel lugar de luces tenues, café aromático y musica jazz, en mi mente se creaban remolinos cada vez que me mirabas a los ojos o esbozabas una sonrisa. Sentía que cada vez estaba más cerca el momento, sin saber cómo ni cuando iba a suceder. Sólo sé que en mi cabeza seguían escuchandose los latidos de los que tú me hablaste la otra vez.

Y, de pronto, sucedió. Fue en ese instante cuando pude escuchar el rugido de la Caracola, cargado con la fuerza de las mareas y los torrentes, de las corrientes oceánicas y los fondos abisales. Fue en ese instante cuando allí en la hierba, tembló mi mundo y me hiciste completamente feliz cuando, por fin, se cruzaron algo más que dos miradas.



Por esta estupenda semana. Por este magnífico fin de semana. Por todos esos buenos momentos vividos y por todos aquellos que nos quedan por vivir. Te echaré de menos estas semanas, pero sé que pasarán rápido, mucho más de lo que tú y yo pensamos.

¿Cómo diablos se puede tener tanta suerte?

sábado, 2 de julio de 2011

La Caracola de los Sueños

Hace unas noches, al dormir y entrar en Oniria, el mundo de los sueños, descubrí algo nuevo. Entre la oscuridad, los miedos y las inseguridades, entre el rencor, el resentimiento y la perdición, percibí un destello.

Inmediatamente llamó mi atención y me puse a seguirlo. Nunca había visto algo así entre tanto caos y quizá podría ser una oportunidad que no debiera dejar pasar. Conforme me iba acercando, algo nuevo iba brotando. La penumbra, las dudas, el frío y la tormenta iban desapareciendo, dando lugar a una agradable sensación de calor, de sentimiento, de alegría y ganas de vivir.


De pronto, la vi. Era una pequeña caracola plateada la responsable del brillo y la sensación de bienestar. Era la Caracola de los Sueños…  Al tocarla, un torrente de esperanzas, alegrías, nuevas ganas de seguir adelante, ilusión, luz y optimismo inundaron mi cuerpo. Entonces, tu imagen me vino a la cabeza y lo entendí: eres tú el responsable de aquello que despertó hace unos días. Sólo espero que este gran comienzo sea el primer augurio de un futuro brillante…

Y al despertar, tus palabras resonaban en mi mente: Escucha los latidos de la caracola…