Echaba de menos tus abrazos, el roce de tus labios, el sentirte cerca.
Echaba de menos el beso de buenas noches, el dormir abrazados, el despertar a media noche y verte dormido a mi lado.
Echaba de menos dejar correr el tiempo sin importarme otra cosa que el disfrutar de tu compañía, estar sentado a tu lado y permitir que las horas se escapen cuando no miramos.
Y es que, a veces, las cosas más pequeñas de la vida son las que más nos llenan.
Te echaba de menos.